Vasitos de tarta banoffee

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Hoy os traigo un postre con el que os aseguro que vuestros comensales os van a hacer la ola y os van a pedir a gritos que quieren más, y más, y no valen excusas como que "no tengo los ingredientes", "no me apetece", "es que hace mucho calor",  porque estoy segura de que os sobrarán voluntarios para haceros la compra de los ingredientes que os falten, os harán chantaje para hacer por vosotras aquello que menos os gusta hacer a cambio de este postre, u os estarán abanicando sin parar hasta que revienten sus biceps y triceps mientras os ponéis con él. ¡La gula pude hacer estragos! Ja ja ja.

¿Pensáis que soy una exagerada? Pues nada más lejos de la realidad. Y si tanto dudáis de mi palabra, ¿qué hacéis que no os habéis puesto el delantal y estáis ya en la cocina, eh?

Cinco minutos son los culpables de ver a vuestros comensales relamiéndose de gusto. Cinco minutos que son los que se tarda en elaborar esta receta ultra sencilla y ultra rápida, y que como siempre suele pasar, se devora en muchísimo menos tiempo que el esfuerzo que nos lleva a nosotras hacerla en la cocina. Pero, ¿quién dijo esfuerzo? ¿Yo? ¡Bah, tonterías! Cualquier esfuerzo es mínimo en cuanto ves a tus comensales disfrutar de lo que había en sus vasitos. Eso ... no tiene precio :D

Esta es una versión de la conocida Tarta banoffee, una tarta con base de masa quebrada, dulce de leche, plátano y nata montada, y que inspirada por la red he versionado a mi manera en vasitos y sin cantidades exactas. Una complicación menos, ¡ea!

Al lío a la de ... ¡ya!

Ingredientes (Para 4 personas)
  • 200 gr de queso mascarpone
  • 2-3 cdtas de azúcar blanquilla
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2-3 cdas de leche
  • 4 galletas de mantequilla tipo Shortbread Rounds 
  • Dulce de leche
  • Un plátano grande
  • Pepitas de chocolate negro
Elaboración
  1. En un recipiente mezclamos el queso mascarpone con el extracto de vainilla, las cucharadas de leche y el azúcar blanquilla hasta formar una mezcla homogénea. Reservamos.
  2. Preparamos cuatro vasos, preferiblemente de boca ancha para poder llegar bien al fondo cuando introduzcamos la cuchara. Desmenuzamos las galletas de mantequilla en trozos algo toscos y las repartimos en los cuencos o vasitos en los que vamos a presentar nuestro postre. Serán la base.
  3. Por encima vertemos un par de cucharadas de dulce de leche.
  4. Pelamos el plátano y lo cortamos en discos de unos dos o tres milímetros de grosor. Los repartimos sobre el dulce de leche en cada vasito.
  5. Repartimos el queso mascarpone batido entre los cuatro vasitos.
  6. Espolvoreamos unas pepitas de chocolate por encima. 


Y con estos vasitos de tarta banoffee me despido hasta septiembre. Cerramos el blog para darnos un descanso y dedicarnos a otras actividades y responsabilidades que por temas de trabajo y estudio han quedado muy desatendidas a lo largo de todo el año. Solo me queda desearos que disfrutéis del verano, sea cual sea la manera en la que lo hagáis.

¡Nos vemos de vuelta en septiembre!

¡Sed felices!

¡Feliz verano!


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Smoothie de albaricoques, cerezas y plátano

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Que los términos en inglés parece que ganan terreno a los que serían su contrapartida en español es algo mas que evidente en la sociedad actual. A estas alturas, a nadie le extraña oír términos como after hour para referirse a locales nocturnos, o identificar la palabra chill out con a ese tipo de música o de ambiente relajante que tan bien nos viene después de una dura jornada de trabajo, o esa empresa de catering cuya actividad no es otra que la de elaborar, preparar y servir un menú, normalmente informal pero de preparación esmerada. Y podría continuar con infinidad de ejemplos. Pero estos son suficientes para contextualizar el término protagonista de hoy: smoothie

Un smoothie viene a ser en castellano lo que todos entendemos por "batido", y esa fue la traducción que mis comensales le dieron cuando me vieron preparar la receta de hoy. Muchos pensaréis que si ambos términos se usan para referirse al mismo concepto, ¿para qué usar el término anglosajón? Muy sencillo: porque alguna que otra diferencia hay, y la básica es que mientras que en el smoothie se emplea algún ingrediente helado, bien pueda ser helado en sí, hielos o la propia fruta congelada, en un batido, no.

Un smoothie es una bomba de vitaminas y nutrientes, al que si añadimos que ha de estar bien fresquito para consumirlo, la mezcla de todos los ingredientes hace que se convierta en un excelente energizarte natural y sano que podemos tomar para desayunar, merendar, después de una sesión de ejercicio, después del trabajo, o simplemente: cuando más nos apetezca. 

Para elaborar un smoothie podemos emplear cualquier tipo de fruta, la que más os guste, la que tengáis a punto de pasar a peor vida y os pida a gritos que hagáis algo por renacerla. Tres o cuatro componentes son su base:
  • Fruta o verduras, y entre estas últimas se pueden emplear espinacas, rúcula, pepino o zanahoria.
  • Una base, eligiendo entre leche, bien de vaca, de soja, de avena o de almendras; té, café, agua o  agua de coco.
  • Un ingrediente que le de cuerpo, como yogur, manteca de cacahuete, helado, leche de coco o cereales.
  • Un ingrediente que sirva para aromatizar, como canela, jengibre, hierbas aromáticas, miel, azúcar, sirope de ágave o extracto de vainilla. Y podéis atreveros espolvoreando unos cereales, frutos secos, coco rallado ... imaginación al poder, amigos. 
Teniendo en cuenta la gran variedad de ingredientes que podemos emplear para elaborar un smoothie, ¿por qué ingredientes vas a empezar para hacer el tuyo? 

En el caso del smoothie que os dejo para hoy y para las semanas venideras, he aprovechado un excedente inmenso de albaricoques para darles salida junto con unas cerezas y plátano. Un conjunto dulce y apetecible, especialmente si está bien fresquito, indispensable para estos calores que nos acompañan. 

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Ahora os explico cómo elaborar un refrescante smoothie de albaricoques, cerezas y plátano:

Ingredientes (4p)
  • 300 gr de albaricoques deshuesados y cortadas por la mitad
  • 150 gr de cerezas deshuesadas y cortadas por la mitad
  • 1 plátano cortado en trocitos
  • 1 naranja pelada y desprovista de la piel blanca, que amarga
  • 3 cdas de miel
  • 1 yogur griego natural sin azucarar
  • 1 cda de hojas de hierbabuena lavadas y picadas
  • 150 gr de hielo
Elaboración
  1. En el vaso de un robot de cocina ponemos la fruta junto con la menta. Trituramos hasta que queda una textura similar a una papilla de bebé.
  2. Añadimos el yogur, la miel y los hielos. Trituramos de nuevo hasta que el ruido que produce la máquina nos indica que los hielos han sido totalmente pulverizados. Podemos añadir más hielos si nos apetece una textura más líquida.
  3. Podemos disfrutarlo nada más elaborarlo porque los hielos le habrán dado el toque fresquito que necesitamos. Pero también podéis refrigerarlo y tomarlo cuando os apetezca, teniendo en cuenta que cuanto más tiempo pase, el efecto beneficioso de las vitaminas y nutrientes que aportan sus ingredientes, será menor.
  4. Servimos con unas hojitas de hierbabuena a modo decorativo. 






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Tostas de aguacate con bacon

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Hoy es 12 de julio, domingo. Un domingo cualquiera para muchos de vosotros. Un día en el que hay que forzar las manillas del reloj para que vayan más despacio, para no agobiarnos con quehaceres de rendida obligación, para entregarnos a momentos de asueto, de panzadas en el sillón, de sesiones vuelta y vuelta en la piscina o en la playa bajo el sol o bajo esa agradecida sombra, de toques al camarero avisándole que va siendo hora de cambiar la jarra de cerveza por otra más fresquita, de destapar ese dulce helado bombón ... ¡de tantas cosas reconfortantes a las que nos anima un día festivo! ¿O suena a utopía? 

Y también hay quien hará de este día un día muy especial por mucho más que todo lo dicho, y es por ser su cumpleaños. ¿Quizás el tuyo? ¿El de tu hijo o hija? ¿El de tu marido? ¿O el de una amiga? 

¡Pues sí! ¡De una amiga! Ese es mi caso. Es muy probable que muchos de vosotros la conozcáis, si. No es que sea casualidad, no, no. Es que ella se mueve por aquí, por la blogosfera, publicando recetas de cocina muy sencillas. Ella, que entró en el mundo de la cocina por necesidad y totalmente desamparada. Ella, que comía bajo el cobijo de la cocina de su madre, de esos tuppers que tantos, tantos estómagos han alimentado. Ella, que no se cree haber llegado a aprender tanto como lo que ha aprendido hasta ahora, y que además es de las que animan a quienes no cocinan a ponerse un delantal y armarse con cucharas de palo y pinzas de cocina. Ella, ella ... ¿quién es ella?

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¡Ella es Neus!

La blogosfera quiso ponerla delante de mi unos años atrás. Es imposible ser más precisa y deciros exactamente cuándo porque esta amistad se fue fraguando poquito a poco. Tampoco es que sea de imperiosa necesidad tachar la fecha exacta en el calendario, porque lo realmente importante es saber que ella ocupa un lugar importante dentro de mi lista de amistades ahora, y está ahí por ser inteligente, sensata, atenta, generosa, cordial, cariñosa, divertida, práctica, cuidadosa, ¿alguna más, Neus? Sí, claro ... por ser una bella persona. Nos separan 624 kilómetros, pero en el corazón estamos a milésimas de milímetro :D.

Hoy, 12 de julio, tus amigas Beatriz, Carmen, Paula y Yolanda han querido celebrar tu cumpleaños desde la distancia y nutrir tu mesa con recetas que van en la línea de la cocina que más te caracteriza: sencilla, rápida y sin complicaciones. Lo que ves en tu mesa es una elaboración que reúne estas características, y además, que está riquísima: Tostas de aguacate y bacon. ¡No puedes imaginarte lo rico que es este entrante! Ese aguacate medio fundido, rodeado de una loncha de bacon crujiente, y sobre una cama de queso entre dulce y picante. Bueno, sí puedes, Neus. ¿A que te lo estás imaginando ya? Poderosa es la mente ;)

Espero que te gusten todas y cada una de las propuestas que hemos hecho tus amigas para ti, con ingredientes sencillos y accesibles, y con uno más y que no se compra ni se vende: el cariño. 

¡Muchas felicidades, querida Neus! Espero que disfrutes mucho, mucho de tu día. Esto es lo que hemos hecho por y para ti:
¿Te sientas con nosotras a la mesa, Neus?

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Ingredientes (4 personas)
  • 2 aguacates maduros
  • 8 lonchas de bacon
  • 8 rebanadas de pan de molde
  • 160 gr de queso Philadelphia
  • 1 cda de mostaza
  • 1/2 cda de miel
  • Sal
  • Pimienta
  • Sal Maldon
  • Rúcula (para decorar - opcional)
Elaboración
  1. Precalentamos el horno a 200ºC. Forramos una bandeja de horno con papel vegetal.
  2. Cortamos los aguacates por la mitad a lo largo, giramos cada mitad 45º y separamos las dos mitades. Sujetamos la mitad con el hueso con un paño de cocina,  damos un golpe seco al hueso con el filo de un cuchillo bien afilado, lo giramos 45º y lo retiramos. Con la punta de una navaja bordeamos el aguacate para separar la pulpa de la piel, y cortamos cada mitad en cuatro gajos.
  3. Cortamos las lonchas de bacon por la mitad y con ellas envolvemos cada cuarto de aguacate. Sujetamos la loncha de bacon con un palillo y los colocamos en la bandeja de horno. Sazonamos con pimienta y horneamos durante unos 15 minutos, volteándolos a mitad de la cocción.
  4. Mientras tanto tostamos las rebanadas de pan en una tostadora, y las reservamos.
  5. En un cuenco mediano mezclamos el queso con la mostaza y la miel y sazonamos al gusto con sal y pimienta. Puedes ajustar el punto de miel y de mostaza a tu gusto también. Reservamos.
  6. Una vez que los aguacates se han cocinado, espolvoreamos un poquito de sal Maldon por encima. 
  7. Untamos las rebanadas de pan con el queso crema, colocamos sobre este dos porciones de aguacate y unas hojitas de rúcula por encima.
Notas
  • Para saber si un aguacate está lo suficientemente maduro, retira el ratito que suele tener en uno de los extremos. El color de la carne te dirá si el aguacate está listo para consumir o no. Si la carne está verde, has de esperar más tiempo; si está marrón, está demasiado maduro; si está de color amarillo, ese es su punto óptimo.





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Tartar de salmón con guacamole

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No es la primera vez, y seguro que no va a ser la última, que me declaro fan total del pescado crudo. Bueno, quizás debería rectificar que lo de fan total, total, no es tan cierto, y matizarlo, pues en realidad solo sería capaz de comer salmón en crudo, mientras que admito otras variedades como el emperador, la lubina, la corvina, el boquerón y el atún si es que van condimentados con algún tipo de marinado.  

Hay que ser extremadamente prudentes ante el consumo de pescado en crudo, porque muchos sabréis que en los intestinos y vísceras de algún que otro tipo de pescado habita un bichito, el anisakis,  que puede desencadenar una serie de síntomas realmente serios y muy nocivos para nuestro organismo. Y si infecta a una persona alérgica, el tema se puede complicar in extremis. Así que para evitar ser víctima de los síntomas que produce este bichito, es siempre más que aconsejable congelar el pescado durante al menos 48 horas a -18ºC, o en su defecto, asegurarnos de cocinarlo perfectamente bien. 

Encuentro el tartar de salmón una elaboración perfecta para estos días en los que Lorenzo nos está fulminando a base de calor con sus potentes rayos. Elaborarlo no nos va a llevar más de media hora, y será un plato más que agradecido si lo consumís recién sacado de la nevera y fresquito. 

La melosidad tanto del salmón como del guacamole, con el punto crujiente de las verduras frescas hace de este plato una elaboración que, francamente, nos ha encantado.

¿Que queréis saber cómo elaborar un tartar de salmón con guacamole? ¡Pues vamos a ello!

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Ingredientes (Para 4 personas)
  • 500 gr de salmón en un lomo, sin piel y libre de espinas y de grasa
  • 1 aguacate
  • 1 tomate pequeño desprovisto de su pulpa, picado en brunoise muy finamente
  • 1/2 cebolleta picada en brunoise muy finamente
  • 1 cda de hojas de cilantro lavadas y picadas
  • Zumo de lima
  • Sal
  • Pimienta
  • Chile fresco para decorar - opcional 
Elaboración
  1. Empezamos por el guacamole. Cortamos el aguacate por la mitad a lo largo, giramos cada mitad 45º y separamos las dos mitades. Sujetamos la mitad con el hueso con un paño de cocina,   simplemente para reducir los riesgos de corte, damos un golpe seco al hueso con el filo de un cuchillo bien afilado, lo giramos 45º y lo retiramos. Extraemos la pulpa y la depositamos en un cuenco para macharcarla con un tenedor. Añadimos el tomate, la cebolleta y el cilantro y mezclamos. Sazonamos con sal, pimienta y zumo de lima al gusto. Tapamos y dejamos reposar en la nevera.
  2. Seguimos con el tartar de salmón. Para cortarlo de forma más precisa, es aconsejable hacerlo cuando la carne aún está algo congelada. Cortamos los lomos en brunoise fina y lo sazonamos con sal y zumo de lima al gusto.
  3. Para preparar el tartar de salmón y guacamole nos ayudamos de un aro de emplatar, ponemos una base de salmón, presionando con el reverso de una cuchara para que quede bien dispuesto, y sobre el salmón disponemos un par de cucharadas de guacamole.
  4. Servimos con unos cortes de chile fresco y unas hojas de cilantro.
Si queréis ver otras ideas elaboradas con pescado marinado, echadle un ojo a este otro Tartar de salmón y a esta otra receta de Ceviche de corvina.


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