Pan tigre { Reto Bake the World }

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pan tigre


Os presento la preciosidad que podéis ver en vuestros monitores: se llama Pan Tigre, aunque en casa acordamos en que el nombre de Pan Jirafa o Pan Leopardo haría los verdaderos honores al aspecto real que tiene. No en vano, cuando una niña británica lo vio en uno de las grandes cadenas alimenticias británicas, Sainsbury's, les escribió una carta preguntándoles por qué lo llamaban Pan Tigre, cuando en realidad deberían llamarlo Pan Jirafa por la similitud de su corteza con la de la piel   de una jirafa. Y el hecho es que aceptaron la sugerencia hecha por la pequeña y pasó a ser Pan Jirafa. Hay que ver el poder que tienen los niños hasta para ser atendidos en una simple reclamación ;)

Pero no nos quedemos con lo anecdótico del asunto y vayamos al pan tal cual es...

Se trata de un pan de origen holandés, y joven, puesto que nació en el año 1970. Su nombre lo debe al aspecto real que podéis apreciar en su corteza y que se forma gracias a una cobertura hecha con una pasta de harina de arroz que al hornearse se quiebra y abre, una corteza de un sabor inigualable, mezcla dulce y ligeramente picante gracias al aceite de sésamo, y guarda en su interior una miga super jugosa y de sabor único.

pan tigre


Fue uno de los panes que me mantuvo más expectante frente a la puerta del horno. Si conseguía que la corteza se quebrara, mi misión había sido cumplida. Y no podéis imaginaros cuando mis ojos comenzaron a ver cómo la corteza comenzaba a romperse y abrirse. ¡Qué dicha más grande! Y lo mejor estaba por llegar, porque un pan tan bonito no podía no estar bueno, y además ... muy, muy fácil de hacer :D

Y con esta lindura participo en el reto del mes de enero de Bake the World. Digo yo que el reto está más que superado, ¿no? :D

pan tigre
Vamos a la receta, que por cierto, podéis emplear para hacer un número variable de panes, más grandes o más pequeños, redondos o alargados. En mi caso, elaboré cinco panes de 120 gramos de peso de masa en crudo. También empleé masa madre que llevo alimentando desde que me la regaló una buena amiga y que sin duda hace que los panes adquieran una textura, sabor y aroma que no tiene igual si lo comparamos con la levadura. Me he basado en diferentes fuentes para las cantidades, y he seguido las explicaciones de Miriam, del blog El invitado de Invierno, para calcular la proporción de masa madre que necesitaría la receta, y las de Su, de Webos Fritos, para hornear el pan. 


pan tigre



Ingredientes

Para la masa
  • 300 gr de harina de panadero
  • 150 gr de leche tibia
  • 150 gr de masa madre al 100% de hidratación
  • 4 gr de levadura de panadero
  • 8 gr de sal
  • 2 cdas de aceite de sésamo
Para la cobertura
  • 90 gr de harina de arroz
  • 90 gr de agua tibia
  • 5 gr de levadura de panadero
  • 9 gr de azúcar
  • 11 gr de aceite de sésamo
  • 2 gr de sal
Elaboración
  1. Empezamos con la masa: en un recipiente ponemos la harina, formamos un volcán y ponemos el resto de los ingredientes en el medio. Con una rasqueta de panadero vamos incorporando la harina a los ingredientes en el centro. Una vez que los ingredientes están incorporados, sacamos la masa a una superficie de trabajo y amasamos unos cinco minutos hasta que la masa queda suave y uniforme. Engrasamos un recipiente en el que guardaremos la masa para que repose, la pincelamos ligeramente con aceite y tapamos el recipiente. Yo utilizo un gorro de ducha de plástico para ayudarla a a levar, y guardo la masa en el microondas. Y la dejamos reposar hasta que doble su volumen.
  2. Una vez que ha levado lo suficiente, desgasificamos, la pesamos, y calculamos el peso que le daremos a cada pan. Boleamos cada porción dependiendo de la forma que le vayamos a dar. Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear y colocamos cada pan sobre ella. Los tapamos por completo con un paño de cocina (o dos, dependiendo de la temperatura ambiental), y de nuevo dejamos levar hasta que aumente su tamaño el doble.
  3. Mientras tanto preparamos la pasta para la cobertura, y en un recipiente pequeño ponemos todos los ingredientes y los mezclamos. La textura resultante ha de ser similar a la de la papilla de un bebé. Tapamos con film y dejamos reposar. Aumentará de volumen por efecto de la levadura.
  4. Precalentamos el horno a 220ºC.
  5. Removemos la pasta de la cobertura y vertemos dos cucharadas de la misma sobre cada pan. La dejamos caer por su propio peso sin usar pincel, aunque sí que lo emplearemos para tapar las partes laterales que no haya cubierto. 
  6. Introducimos los panes en el horno a media altura. Vertemos medio vaso de agua en la base del horno para formar vapor, y horneamos durante diez minutos. Al cabo de este tiempo, abrimos la puerta del horno un poquito y dejamos escapar el vapor durante diez segundos, bajamos la temperatura del horno a 200ºC y cocemos los panes entre 18 y 20 minutos más hasta que se hayan dorado. Entonces los sacamos del horno y los retiramos a una rejilla para que enfríen por completo.









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Crema de avellanas especiada con cacao { #díadeVALOR }

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crema de avellanas especiada con cacao


Tú. 

Tú que creciste jugando al truque, al escondite, a los relevos, a los encantados, al churro, mediamanga, mangaentera, saltando a la comba...

Tú. Sí, tú. 

Tú que creciste con esas meriendas míticas de pan con mantequilla de colores, pan con mantequilla y azúcar, pan con mantequilla y Cola Cao, pan con chocolate, pan con vino y azúcar ... ¡Y cómo no! ¡Pan con Nocilla! Es curioso que es uno de los pocos productos que aún se comercializan después de años pasados de nuestra infancia. Y es curioso que sigue siendo una de las meriendas de nuestros hijos. 

Hoy os traigo una receta ideal para la merienda de vuestros niños. Y sí, también para esos momentos inconfesables de cucharada en el tarro por la que a veces no nos podemos contener. Y es que esa cucharada de leche condensada, de miel, de mermelada, de mantequilla de cacahuete o de Nocilla no sabe igual que sobre pan. Reconozcámoslo. 

Decía yo que la receta de hoy es ideal para la merienda, pero también para un desayuno, ¿por qué no?   Sea uno u otro el fin, el caso es que es super rápida y super fácil de hacer. 

Para elaborarla he empleado cacao en polvo sin azúcar de la marca Valor. Este fue uno más de los obsequios que quienes asistieron al Encuentro GastroMAD 2014 se pudieron llevar en sus trolleys, y junto a él, unas tabletas de chocolate postres puro al 70% de cacao, chocolate negrochocolate sin azúcar. Como ya ha pasado en anteriores ocasiones, no hay palabras para agradecer la generosidad de cada una de las empresas que patrocinaron el encuentro. Que una marca de confianza, y de toda la vida, decida acompañarte en el día de TU encuentro, no tiene precio. Y la marca Valor no se queda atrás. Todo blogger gastronómico sabe cuán generosa es esta empresa, porque quien más y quien menos ha recibido en su casa, y de forma desinteresada, chocolates Valor. ¿Y quién no va a confiar en una empresa con la solera de Valor?

crema de avellanas especiada con cacao


Encontrar salida al chocolate en barra no es tan difícil como encontrársela al cacao en polvo, y pensé en elaborar una receta en la que este fuera el protagonista. Mi fuente de inspiración la encontré en la edición de diciembre de 2014 de la revista Yum, aunque con un ligero cambio que se lo dan especias como la canela, la nuez moscada, el clavo, el jengibre y la pimienta de Jamaica. 

Con las avellanas, cacao, coco y las especias elaboramos una crema de avellanas especiada con cacao, que francamente os digo es para comer con el dedo, y vosotros, golosones, ya sabéis lo que significa eso ;)

¿Os animáis a hacerlo?

crema de avellanas especiada con cacao



Ingredientes (Para un tarro de 250 gramos aproximadamente)
  • 200 gramos de avellanas tostadas
  • 1 cda de coco rallado
  • Una pizca de sal
  • 1 cdta de extracto de vainilla
  • 2 cdas de miel
  • 3 cdas de aceite de girasol o de oliva suave
  • 30 gr de cacao en polvo sin azúcar Valor
  • 1/2 cdta de mezcla de especias - canela, jengibre, clavo, nuez moscada y pimienta de Jamaica a partes iguales
  • 100 ml de agua
Elaboración
  1. Si las avellanas no están tostadas el primer paso es tostarlas. Encendemos el horno a 170ºC, extendemos las avellanas desprovistas de su cáscara sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y las doramos hasta que veamos que empiezan a cuartearse. Las sacamos del horno, y en templado las frotamos unas con otras para pelarlas. Dejamos enfriarlas por completo para procesarlas. 
  2. En el vaso de un robot ponemos las avellanas totalmente frías junto con el coco rallado y la pizca de sal. Yo usé el thermomix 31 y las pulvericé durante 1 y 1/2 minutos en velocidad progresiva 5-10. Abrimos la tapa de vez en cuando para bajar los restos de las paredes y accionamos de nuevo. Ha de quedar una pasta en la que se ve que la avellana ha empezado a desprender sus propios aceites.
  3. Añadimos el extracto de vainilla, la miel y el aceite, y mezclamos de nuevo. Con el thermomix 31 bastan 30 segundos en velocidad progresiva 5-10.
  4. Incorporamos el cacao, las especias y el agua y mezclamos durante 30 segundos más en velocidad 6.
  5. Llenamos un tarro de la capacidad adecuada con la crema y refrigeramos como mínimo diez horas. 
Notas
  • En el sabor de la crema destaca el toque amargo del cacao. En casa nos gusta que resalte su amargor. Si a vosotros os gusta más dulce, deberéis añadir entre una y dos cucharadas más de miel. 

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Caramelos blandos de café al Bailey's { Reto Tía Alia }

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caramelos de café al bailey's


Reto Tía Alia de enero de 2015: ¿Txangurro? ¿O caramelos de café?

Pues la verdad es que en cuanto vi las propuestas, supe claramente por qué opción me iba a decantar. Y me fui de cabeza a la dulce. Y es que en esta casa el marisco no es de la devoción de la cocinera. Y si he de hacer una receta, y más para un reto, soy totalmente incapaz de cocinar algo y publicarlo sin que sea yo quien de el visto bueno, que para algo soy la que lleva todo este cotarro.

Si no ha habido causas mayores que me lo impidieran, siempre he sido fiel al reto Tía Alía. Desde que empezó su segunda temporada, el reto anda de picaflor yendo a casas de amigas y no podía consentirme el no participar. Y cuando supe que se había asentado en la cocina de mi querida Virginia, en Sweet&Sour, me dije que era de obligado cumplimiento el hacerlo. 

Siento un cariño especial por Virginia. Ella es una más del grupo de amigas que esta blogosfera gastronómica me ha permitido conocer. Llega un punto, porque a todos nos pasa, que el blog de las personas se nos queda pequeño y buscas la manera de llegar a ellas personalmente. Y esto se logra mayormente en forma de encuentros. Las circunstancias nos han puesto una junto a la otra en más de una ocasión; y la última, en un viaje familiar al País Vasco, su tierra, el pasado verano del 2014. Y puedo decir que Virginia es una persona maravillosa, cariñosa, atenta, servicial, alguien con quien se puede hablar sobre cualquier tema, y no solamente gastronómico, y esto da mucha riqueza al trato con las personas. 

Con estas palabras, mucho me temo que no hago otra cosa que alimentar la envidia de aquellos que no la conocen ;)

De su blog .. ¿qué decir? Que es uno de los mejores blogs gastronómicos. Un blog con recetas que han sido constatadas por ella misma, con versiones contrastadas, con consejos, alternativas, y son garantía de resultado seguro. Un blog de referencia y que o puedes perderte por nada del mundo.

Y ahora ... ¿pasamos a la receta?

Caramelos de café ... blanditos, con un toque a uno de mis licores favoritos: Bailey's, pero resaltando el toque amargo que tanto me gusta del café. Soy de las que se endulza muy poco el café.

Ingredientes (Para unos 25 caramelos)

  • 100 ml de Bailey's
  • 250 ml de leche semidesnatada
  • 150 ml de café recién hecho
  • 250 gr de azúcar blanquilla
  • Una rama de canela
  • 2 cdas de glucosa líquida
  • Aceite de oliva o de girasol
Además
  • Un recipiente - puede ser un molde alargado de plum cake - engrasado previamente
  • Capsulas de papel de tamaño mini
Elaboración
  1. En un cazo ponemos el Bailey's a calentar. Lo llevamos a ebullición y lo mantenemos hirviendo un par de minutos hasta que se haya evaporado el alcohol, todo ello para que al mezclarlo con la leche esta no se corte.
  2. A continuación, en el mismo cazo vertemos la leche, el café recién hecho y la rama de canela. Llevamos a ebullición, vigilando que no llegue el punto en el que al bullir, el contenido crezca y se pueda derramar. Tapamos, retiramos del fuego, y dejamos infusionar una hora. 
  3. Al cabo de ese tiempo, calentamos de nuevo, vertemos el azúcar, removemos, y una vez disuelta añadimos la glucosa. Dejamos cocer, removiendo con cierta frecuencia, unos treinta minutos o hasta que veamos que la mezcla se ha convertido en un almíbar que ha adqurido el que se llama punto de bola. Notaremos además que el caramelo se desprende fácilmente de las paredes del cazo. Para saberlo, con una cucharita retiramos una pequeña parte, dejamos que pierda un poco de temperatura para no quemarnos, y amasamos con la yema de los dedos para darle forma de bola. Si queda firme, ese es su punto.
  4. Vertemos el caramelo en el molde de plum cake, impregnamos la hoja de un cuchillo con aceite y marcamos unas líneas transversales para dibujar cuadrados. Dejamos enfriar por completo.
  5. Separamos los cuadraditos, nos impregnamos las palmas de las manos con aceite, cogemos cada cuadrado y le damos forma de bolita entre las palmas. Disponemos cada caramelo en una cápsula de papel pequeñita, y listos para disfrutar.

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Tartiflette { Pastel de patatas, cebolla y bacon }

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tartiflette


La receta de hoy levanta la bandera con los colores de Francia. Es una receta joven, que se creó para dar renombre al queso reblonchon, un queso de aspecto similar a un brie, aunque de sabor algo menos ácido, pero de textura suave y cremosa como él. A mi parecer es un queso poco conocido en España, y eso que soy una gran, gran amante de los quesos, y solo he podido encontrarlo en Makro. Aunque estoy segura de que no es difícil de encontrar en cualquier comercio especializado en la venta de quesos de todo el mundo.

Es una de esas recetas que te hacen quitarte el sombrero. De nuevo los ingredientes sencillos ganan terreno, y si le añadimos lo fácil que es elaborar esta receta, la suma de puntos hace que llegue rápidamente al podium de las apuestas seguras.

Hace mucho tiempo que se lo vi a MJ, y desde entonces lo he hecho en casa unas cuantas veces. ¿Por qué no lo había publicado? Pues eso me pregunto yo.

No perdamos más tiempo y pongámonos el delantal :)

tartiflette



Ingredientes (Para 4-5 personas)
  • 700 gr de patatas
  • 3 cebollas grandes
  • 200 gr de bacon ahumado
  • 2 cdas de vino blanco
  • 300 gr de queso reblonchon
  • 170 gr de creme fraîche
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite 
  • Romero fresco
  • Granos de pimienta rosa para adornar
Elaboración
  1. Lavar las patatas con su piel y cocerlas en agua con sal y unas ramitas de romero durante cinco minutos. Escurrimos y reservamos.
  2. En una sartén freímos el bacon cortado en tiras y sin nada de aceite. Una vez que esté ligeramente dorado, lo retiramos a un plato y reservamos.
  3. En la misma sartén añadimos dos cucharadas de aceite y pechamos a fuego lento y con la sartén tapada, la cebolla cortada en juliana fina y sazonada con sal. Removemos de vez en cuando. Una vez tierna, añadimos las cucharadas de vino, dejamos evaporar el alcohol, incorporamos el bacon, le damos dos vueltas, retiramos y reservamos.
  4. Retiramos la piel a las patatas y las cortamos en lonchas de un centímetro de grosor. 
  5. Precalentamos el horno a 200ºC. Pincelamos la base de un recipiente para horno con un poquito de aceite de oliva. Formamos una capa de patatas, extendemos la mitad de la cebolla y bacon por encima, sazonamos con pimienta, más patata, el resto de la cebolla y el bacon, la creme fraîche y el queso reblonchon en lonchitas largas y finas cubriendo toda la superficie. Si lo deseáis, podéis retirar la capa que recubre el queso.
  6. Horneamos entre 20 y 30 minutos o hasta que el queso se haya dorado.
  7. Para servir, adornamos con unas hojitas de romero y unos granos de pimienta rosa.
Notas

  • Aunque podéis lonchear el queso directamente y cubrir el pastel sin quitarle la capa que lo recubre, os recomiendo retirarla porque de esta manera el queso se expande más al derretirse con el calor.

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Pan relleno de mozzarella y pesto

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pan relleno de mozzarella y pesto


¡Cuántas veces os habrá pasado que terminada una celebración de cierta importancia en nuestras casas, como pueden ser las pasadas fiestas navideñas, nos encontramos con un excedente de comida! ¿Cuántas? Imposible hacer un recuento porque son innumerables, ¿verdad? 

Normalmente no solemos tener problema en darle salida porque o bien aprovechamos esas sobras tal cual en días posteriores, o las reutilizamos dándole un giro de 360º en una elaboración en la que cobra vida nueva, o bien, las congelamos. 

A mi, particularmente, no me importa que me sobre comida porque sé que le voy a dar salida. El congelador se ha convertido en el mejor albergue, y aprovecho que hay al menos un día en la semana en que cuento con poco tiempo para cocinar la comida del día siguiente para tirar de ella y salir del paso. Recalentar, y listo. Y por añadido, poco trabajo posterior a la comida, y eso me gusta mucho más :)

La receta de hoy es ideal para aprovechar pan sobrante. Me pasó que en uno de los pasados días navideños me sobró una barra entera de pan, y se me olvidó congelarla. Estando un poco dura ya, ¿qué podría hacer? Pues rellenarlo, honearlo, y comerlo calentito y crujiente en una cena de picoteo, que por cierto, son de las que más gustan en casa. 

Una buena, muy buena idea que me ha gustado tanto que ... ¿cómo no?, tenía que compartirla con todos vosotros :)


pan relleno de mozzarella y pesto



Ingredientes
  • Una barra de pan de uno o un par de días atrás
  • 2 bolas de queso mozzarella (unos 250 gramos netos)
  • Pesto genovés
  • Queso Cheddar rallado
  • Orégano 
Elaboración
  1. Precalentamos el horno a 200ºC.
  2. Hacemos unos cortes transversales a nuestra barra de pan, sin llegar a la base, y dejando unos tres centímetros entre corte y corte.
  3. Rellenamos cada corte con salsa de pesto genovés, a nuestro gusto.
  4. Escurrimos las bolas de queso mozzarella y las secamos ligeramente con papel de cocina. Cortamos las bolas en lonchas, y tantas como cortes hayamos hecho en el pan. Colocamos una loncha por cada corte.
  5. Espolvoreamos con queso Cheddar y orégano.
  6. Disponemos el pan en una bandeja de horno protegida con papel vegetal y la introducimos en el horno.
  7. Horneamos hasta que el queso mozzarella se haya fundido.

Visto aquí.


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Sopa cremosa de pollo y verduras { #díadeANETO }

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sopa cremosa de pollo y verduras


No es más feliz el que más recibe, sino el que más da. Eso es lo que se dice, y no le falta ni una pizquita de verdad, pero lo cierto es que si tenemos que hablar de Caldos Aneto, tengo que cambiar el orden del dicho, y al contrario que en las matemáticas, el orden de los factores sí altera el producto.

Hablar de Caldos Aneto es hablar de generosidad, y mucha. Ninguno de los patrocinadores del Encuentro GastroMAD 2014 puede pecar de haber sido poco generoso, pero la trayectoria de Caldos Aneto viene desde tiempo atrás, y hoy es digna de mención. Y digo "hoy" porque es el #díadeANETO, protagonista indiscutible de esta receta.

En esta casa no entraban caldos comerciales. Ese sabor a "pastilla" de los caldos era un sabor demasiado notorio que no me gustaba. Ni me gusta. Si había que hacer una sopa o un consomé ponía unas carcasas de pollo y unas verduras en la olla a presión, y marchando. 

No hay pretensiones comerciales, ni intenciones oportunistas en mis palabras. Creedme. Solo hay puro convencimiento de que los Caldos Aneto son, en mi opinión, los mejores del mercado, y a una servidora la tienen ya comprada. Y aunque son algo más caros que otros, el sabor y la calidad se pagan, y cuando hay plena confianza en un producto, no cuesta pagar por ello. ¿Me entendéis, verdad? Y si queréis hacer un pedido directamente desde vuestra casa a través de su tienda online, te llevan los caldos directamente a tu domicilio. 

Con el caldo de pollo Aneto he elaborado una sopa cremosa de pollo y verduras que podéis tomar como plato único. ¿Queréis saber cómo reconfortar vuestros estómagos en estos fríos días de invierno?

Ingredientes (Para 4px)

  • 1 pechuga de pollo de unos 250 gramos
  • Una hoja de laurel
  • Diez bolitas de pimienta negra
  • 200 gr de patata pelada y picada en daditos muy pequeños
  • 100 gr de pimiento rojo picado en daditos muy pequeños
  • 50 gr de puerro (su parte blanca) picado muy finamente
  • 2 cdas de maíz en lata
  • 50 gr de taquitos de jamón muy finos
  • 2 cdas de queso Philadelphia
  • l litro de caldo de pollo Aneto
  • 75 gramos de mantequilla sin sal
  • 75 gramos de harina de trigo tamizada
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta
Elaboración
  1. Ponemos la pechuga de pollo a cocer en una cazuela, cubierta de agua, junto con la hoja de laurel, los granos de pimienta y sal al gusto. Llevamos a ebullición y dejamos cocer durante viente minutos. Después, la dejamos reposar durante media hora, tapada. Transcurrido ese tiempo, la retiramos y dejamos enfriar. Y una vez fría la deshilachamos en trocitos pequeños y que sean cómodos de comer en una cucharada.
  2. En una cazuela ponemos a calentar dos cucharadas de aceite y oliva y rehogamos primero la patata durante unos cinco minutos, removiendo de vez en cuando. Transcurrido ese tiempo, incorporamos el pimiento y el puerro, y rehogamos cinco minutos más. Retiramos y reservamos.
  3. Seguimos elaborando la base de  la receta: un roux. En la misma cazuela ponemos la mantequilla, y justo en el momento en el que se ha fundido y comience a dorarse, añadimos la harina, que tostaremos removiendo constantemente y durante un minuto para que pierda su sabor a crudo. Vertemos el caldo de pollo y a continuación las verduras, y llevamos a ebullición a fuego medio-fuerte. Cocemos durante no más de doce minutos. En el último momento añadimos el queso Philadelphia y rectificamos de sal y pimienta. La textura de esta sopa ha de quedar más ligera que un puré.
  4. Mientras se cuece la sopa cremosa, vamos a tostar los taquitos de jamón. Los extendemos en una lámina de papel de hornear y la cerramos como que fuera un sobre. La llevamos al microondas, a 800w de potencia, y tostamos durante tres minutos. Desenvolvemos el "sobre" y nos aseguramos de que se hayan tostado. Se apreciará un olor similar al de los torreznos fritos. Dejamos atemperar.
  5. Para servir, coronamos la sopa cremosa con una parte de granos de maíz y sobre estos el jamón tostado.
Notas

Es conveniente elaborar la sopa justo antes de tomarla porque tiende a espesar. De tener que hacerla previamente, conviene que tengáis a mano más caldo, o en su defecto agua, para añadirle y que recupere la textura idónea.





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Arroz con bacalao en costra

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arroz con bacalao en costra


¡Cuánto se ha hecho esperar el arroz al horno para Directas al grano! No por nada, pero para mi este era el tipo de elaboración del arroz más deseado desde que pusimos en marcha nuestro reto. Yo veía esos arroces al horno, tostados, sugerentes, que me decía que tenía que hacerlo porque nos iba a gustar de todas, todas. Por unos u otros motivos nunca daba el paso adelante para hacerlo, y el reto fue la excusa de la que no había escapatoria posible. ¡Y cuánto me alego de haberlo hecho! Porque acerté  de pleno. Mira que nos gusta el arroz en casa, pero este, junto con algún otro, ha sido de los que más, más nos ha gustado. Es un arroz sabroso, muy sabroso. Y diferente a lo que habitualmente sale de mi cocina. 

La particularidad de este arroz no es solo que se cueza, en parte, en el horno, si no la costra que se forma por el huevo batido que lo cubre. Y no os lo puedo negar: esto también hace que sea un arroz contundente por el aporte de calorías, un tipo de elaboración poco habitual en casa precisamente po esto. Pero oye, cuando la ocasión lo manda, y se sabe que vamos a disfrutarlo, hay que darse el gustazo. ¿O no? Así que o bien comes una pequeña ración, cosa que pongo en duda, o una vez terminada la sobremesa, te calzas zapato cómodo y te pones en marcha dándote una buena caminata. Por ideas, que no sean ...

El arroz en costra es el plato por antonomasia de Elche, aunque hay otras localidades que se disputan su autoría. Yo no soy quien para debatir sobre este tema. Así que me quedo calladita y no opino. Lo que sí voy a hacer es contaros cositas para que aprendáis a hacer un arroz al horno con costra y que os salga para chuparse los dedos :)

Pues vamos, ¿no? :)

Ingredientes (4 personas)
  • 120 gr de garbanzos
  • 150 gr de arroz bomba
  • 400 gr de lomos de bacalao desalado
  • Media cebolla
  • 1 cabeza de ajos
  • Pimentón, la punta de una cucharadita de pimentón picante y un poco más del dulce, o según vuestros propios gustos podéis utilizar mayor cantidad del picante
  • Unas hebras de azafrán
  • 1 cda de uvas pasas
  • 2 huevos tamaño "L"
  • 3 cdtas de all i oli
  • Aceite de oliva
  • 400 ml del caldo de cocer los garbanzos
  • Sal
Elaboración
  1. La noche de víspera ponemos en remojo en agua templada los garbanzos. Al día siguiente los lavamos y escurrimos para cocerlos en la olla a presión durante una hora. Para cocerlos, hay que añadirlos cuando el agua esté hirviendo, y previamente salada. Una vez cocidos, los escurrimos y reservamos el caldo.
  2. En una cazuela de barro, o similar pero apta para horno, ponemos un par de cucharadas de aceite a calentar y doramos ligeramente la cabeza de ajos. La retiramos y la reservamos.
  3. Pelamos y picamos la media cebolla muy finamente. Y la pochamos hasta que empiece a reblandecerse.
  4. Añadimos los garbanzos escurridos y los salteamos junto con las hebras de azafrán durante un par de minutos. Hacemos lo mismo con los dos tipos de pimentón e inmediatamente después vertemos el caldo, que llevaremos a ebullición.
  5. Colocamos la cabeza de ajo en el medio. Distribuímos el arroz por la cazuela y con una cuchara lo mezclamos suavemente para que quede bien distribuído. Espolvoreamos las uvas pasas y dejamos cocer a fuego medio-fuerte durante 15 minutos. Si notamos que nos vamos quedando sin caldo y necesitamos añadirle, que sea siempre en caliente para no frenar la cocción del arroz.
  6. Precalentamos el horno a 230ºC con calor superior e inferior.
  7. Colocamos los lomos de bacalao con la piel hacia arriba y los pincelamos con unas gotas de aceite para que no se resequen.
  8. Batimos los huevos, añadimos el all i oli y mezclamos. El caldo del arroz ha de estar prácticamente consumido antes de añadir los huevos. Con la ayuda de una cuchara los vertemos sobre la superficie, cubriéndola por completo, a excepción de los lomos.
  9. Introducimos el arroz en el horno a media altura hasta que se haya dorado el huevo. 
¡Y a disfrutar!

Pero todo no termina ahí, porque podéis seguir disfrutando con las propuestas de arroz al horno de mis compis de reto. ¡No os las perdáis!
¡Nos vemos en febrero con una nueva propuesta arrocera!


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Crema de boletus

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crema de boletus


Todo en esta vida es cíclico. Se abre un año nuevo, se termina la Navidad, se reanudan las clases, y para ayudar a que todo se ponga en orden, nos planteamos liberarnos de esas calorías que se han convertido en gramos de peso de más en estos días festivos. Y por mucho que digamos que para las próximas fiestas no comeremos tanto, ni nos liaremos tanto en la cocina, de aquí a poco menos de 365 días ya no nos acordaremos de toda esta palabrería y haremos lo mismo de nuevo. ¡No hay quien nos cambie! Ja ja ja.

Para contribuir como buenamente se puede desde la cocina a esas buenas intenciones, os traigo una crema de boletus. Ya sé que esta seta tiene una temporada muy exclusiva: el otoño, y también muy efímera porque es muy breve, y de producción variable porque depende de la cantidad de lluvia que haya caído y del sol que posteriormente los haga brotar.

Afortunadamente, de igual forma que disponemos de todo tipo de verduras en cualquier época del año, también tenemos boletus de cultivo que indudablemente no tienen esa potencia y exquisitez de sabor y aroma, pero oye, menos es nada.

¿Os animáis?


crema de boletus



Ingredientes (Para 4-5px)
  • 300 gr de boletus
  • 1/2 puerro - la parte blanca
  • 150 gr de patata
  • 750 ml de caldo de verduras ecológico Aneto
  • Aceite de oliva
  • Sal y pimienta
  • Tomillo fresco para decorar (opcional)
Elaboración
  1. Limpiamos los boletus con papel de cocina ligeramente humedecido y reservamos el sombrero de dos de ellos. Los laminamos y los planchamos en una sartén. Sazonamos y reservamos.
  2. En una cazuela ponemos una cucharada de aceite de oliva y rehogamos primero el puerro picado, y una vez que comienza a ablandarse, añadimos los boletus troceados, que saltearemos  durante unos tres minutos. Y terminamos añadiendo la patata. Salpimentamos.
  3. Añadimos el caldo y dejamos cocer unos 25 minutos, o hasta que la patata esté cocida.
  4. Trituramos en un robot de cocina hasta que quede una crema fina.
  5. Servimos la crema adornada con unas lonchas de los boletus previamente planchados y unas hojitas de tomillo fresco.

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Muchas gracias por tus palabras y tu tiempo.

Galletas puzzle de animales especiadas { by Lékué }

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cookie puzzle animals

¡Hola! ¡Feliz año nuevo!

Ya hemos inaugurado un nuevo año. Espero que las cuatro páginas que habéis pasado de este libro 2015 vayan por buen camino, aunque tal y como se dice, lo que cuenta es el final. Nos quedan muchos días por delante para compartir, pero hoy, cinco de enero, ponemos la cocina de Cocido de sopa de nuevo en marcha.

La noche de hoy es una noche especial. Es una noche cargada de magia, de ilusión, de largas horas en vela. Quienes tenemos niños en casa tenemos la suerte de poder conservar un poquito de esa magia e ilusión, aún tratándose de niños un pelín grandes. Pero verles amanecer con una sonrisa de oreja a oreja, frotándose las manos deseosos de abrir los regalos que les esperan bajo el árbol es una experiencia que deberíamos intentar conservar para siempre. Sin ser una niña un pelín grande, sino algo más que eso, no puedo evitar tener esa sonrisa tonta mientras observo cómo los miembros de mi familia, uno a uno, abren sus regalos.

Hace unos días Lékué llamó a mi puerta y me dejó un regalito: un molde rígido en forma de puzzle cuyas piezas al desmontarlo son animales: el cookie puzzle animals. Un molde diseñado muy especialmente para que sean los niños los que se adentren en la cocina elaborando una masa que se trabaja muy fácilmente, nada pegajosa y con la que los niños pueden trabajar con cero complicaciones. El molde viene acompañado de una plantilla con una paisaje de la naturaleza que servirá como plataforma de juego para los que los peques creen tantas historias como su fantasía les de de sí. 

Hoy en día que abundan los programas de cocina, y más aún estos días en que ha vuelto Masterchef Junior en su versión más infantil, veo este molde como un regalo ideal para los niños. Y no solo eso. Estaremos fomentando que padres e hijos trabajen, jueguen y compartan experiencias en un entorno tan instructivo, atractivo y enriquecedor como es la cocina. A la hora de escribir nuestra carta a los Reyes Magos caemos en las redes de lo material. Pero sin duda, el mejor de los regalos, es el de compartir nuestro tiempo con nuestros seres queridos. Deberíamos escribir la otra carta, tal y como recomienda Ikea en una potente campaña publicitaria que podéis ver aquí en formato vídeo.

Dejemos sentimentalismos a un lado y centrémonos en la receta de hoy ;)

La receta de galletas que he empleado parte de la que acompaña el molde, pero he hecho alguna variación: he añadido unas cucharadas de Maizena. Según me contó la señora escocesa que me dio la receta de las shortbread cookies tiempo atrás, la Maizena otorga cierta suavidad a la masa, y lo puedo constatar. También le he querido dar un toque navideño añadiendo una mezcla de especias. Os aseguro que son un puro vicio. Si sois de este tipo de especias, no os arrepentiréis de hacerlas ;)

¿Te apetece saber cómo las he hecho?

cookie puzzle animals


Ingredientes
  • 100 gramos de mantequilla cortada en daditos a temperatura ambiente
  • 85 gramos de azúcar blanquilla
  • 1 huevo tamaño "L"
  • 225 gramos de harina de trigo
  • 50 gramos de Maizena
  • 2 cdtas de canela en polvo
  • 1/2 cdta de jenjibre en polvo
  • 1/4 cdta de nuez moscada
  • 1/4 cdta de pimienta de Jamaica
  • 1/4 cdta de clavo en polvo
Elaboración
  1. Pesamos las harinas y las tamizamos junto con las especias. Reservamos.
  2. En un robot de cocina, en mi caso el thermomix 31, batimos el huevo y el azúcar durante 3 minutos a velocidad 3 y 1/2 hasta conseguir una mezcla blanquecina.
  3. Añadimos la mantequilla poco a poco y mezclamos. Con el thermomix, sin programar tiempo, a velocidad 3 y 1/2.
  4. A la misma velocidad, sin tiempo, vamos añadiendo las harinas y las especias. La masa irá adquiriendo una consistencia compacta, pero muy maleable y nada pegajosa.
  5. Sacamos la masa del vaso, o del recipiente que estemos usando, formamos una bola, la envolvemos en film transparente y refrigeramos una hora.
  6. Precalentamos el horno a 180ºC.
  7. Espolvoreamos la superficie de trabajo con una nube de harina, ponemos la bola de la masa encima, y estiramos hasta adquirir un grosor de medio centímetro. Cortamos la masa con el molde, moviéndolo muy ligeramente de un lado para otro y así ayudar a que las piezas se separen bien. Otra idea es hornear la galleta sin desarmar en piezas y desarmarla posteriormente.
  8. Con la ayuda de una espátula colocamos cada galleta en una bandeja de horno previamente protegida con papel vegetal. Introducimos la bandeja en el horno y cocemos las galletas entre 10 y 12 minutos. Han de quedar ligeramente duritas, teniendo en cuenta que al enfriarse endurecerán un poquito más, pero no tanto como para quedar duras como piedras ;)
  9. Retiramos a una rejilla y dejamos enfriar por completo.
¡Y listas para jugar!

¡Feliz noche de Reyes!





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