TARTALETAS DE BERENJENA Y BACON

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Tartaletas de berenjena y bacon_1 

 Contigo en la playa es un nombre un tanto curioso ... para un blog ... gastronómico. Contigo en la playa es el blog elegido para inaugurar un reto que acaba de estrenarse en la blogosfera gastronómica, un reto bautizado con el nombre de El Asalta Blogs. Cuando vi entre los correos que habían entrado en mi bandeja, la actualización de Gastro Andalusí, y el nombre de su reto, no pude menos que arrugar la cara ante la extrañeza del nombre (no me malinterpretes, Cochy). Pero como la curiosidad es mala, según los falsos bulos, no pude hacer menos que ir a ver qué era eso de El Asalta Blogs.

La idea me capturó al momento: asaltar un blog, tomarle una receta, elaborarla en casa a nuestro modo y manera, y llegado el día D, publicarla en honor al blog asaltado y que era elegido previamente bajo sorteo. Esta idea supone un reto más, que no menos. Y es que no es difícil darse cuenta de que los retos suponen una prueba de fuego que hay que superar, unas veces con más, y otras veces con menos complicaciones, y de las cuales se espera un resultado positivo y gratificante, pero sobre todo, didáctico. Al menos es así como lo veo yo.

Pero el cometido de este reto, o pongámosle, aventura, es el de conocer un poco más en profundidad la cocina del blog elegido, una tarea interesante, pero que muchas veces descuidamos, ya que en nuestra visita a los blogs, leemos la receta, dejamos constancia con unas palabras, y poco más hacemos.

En mis paseos por Contigo en la playa hay una cosa que me ha llamado mucho la atención, y es lo divertido del nombre de las etiquetas que clasifican sus recetas, y es así como A toda vela, esconde recetas del mar; o Ese oscuro objeto del deseo guarda recetas dulcemente pecaminosas; o Culto al huerto nos presenta recetas a base de verduras y hortalizas. Este juego de palabras me parece de lo más divertido e invita a jugar a adivinar qué tipo de recetas se esconden detrás de esas etiquetas.

... pero aún así, yo sigo con mi duda del por qué del nombre con el que Raúl bautizó su blog. Espero que me lo desvele. ¿Y vosotros?

Paseando entre su repertorio me he podido averiguar que a Raúl le gusta un tipo de cocina sencilla, en el que los sabores potentes, con personalidad, gozan de una posición importante. Así que no es difícil encontrar especias y hierbas aromáticas. Le gusta la cocina mediterránea, y le hace ojitos a la oriental, sin menospreciar la española, por supuesto.

La receta por la que asalté su blog es un Pastel de berenjenas con cuyo nombre yo también he querido jugar, y así lo he rebautizado como Tartaletas de berenjenas y bacon. ¿Y por qué elegí esta receta? Simple y llanamente: por las berenjenas. ¡Me a-pa-sio-nan! Y como a mi, a los míos :) Creo que es una de las verduras más versátiles.

¿Queréis saber cómo la hice yo?

Tartaletas de berenjena y bacon_2


Ingredientes (Para 4 tartaletas - 2 personas)
  • 1 lámina de hojaldre refrigerado de forma rectangular
  • 1 berenjena pequeña
  • 3 lonchas de bacon ahumado
  • 1/4 de cebolla
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 2 huevos
  • 1/2 vaso de nata líquida o leche evaporada
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Orégano
Elaboración
  1. Vamos a comenzar trabajando con la berenjena. Por un lado cortamos 12 lonchas finitas, como de menos de medio centímetro de grosor, y por otro lado cortamos 8 lonchas de un centímetro de grosor. Las finitas las usaremos para decorar, y las gruesas las picaremos para el relleno. En ambos casos, salamos y dejamos escurrir durante una hora para que llore su amargor. Posteriormente las secamos y planchamos las lonchas finitas en una pizca de aceite. Las más gruesas las picamos en brunoise y las reservamos.
  2. Precalentamos el horno a 200ºC. Estiramos la masa de hojaldre ligeramente. Enmantequillamos los moldes de las tartaletas y forramos cada una de ellas con una porción de hojaldre de tamaño suficiente que cubra las paredes de las tartaletas. Para retirar los sobrantes, pasamos el rodillo por los bordes y retiramos los recortes. Pinchamos el hojaldre con las púas de un tenedor, ponemos un trozo de papel de horno y sobre este unos garbanzos para hornearlos a ciegas. Introducimos en el horno durante diez minutos. Después, retiramos el papel y los garbanzos y cocemos durante cinco minutos más.
  3. Mientras se hace el hojaldre, vamos con el relleno. En la misma sartén donde planchamos las berenjenas, y añadiendo un poquito más de aceite, pochamos la cebolla y el ajo que habremos picado finamente. Tras unos tres minutos, añadimos la berenjena, removemos y cocinamos durante cinco minutos. Añadimos el bacon picado finamente y removemos. No salamos.
  4. En un cuenco pequeño batimos los dos huevos, añadimos la nata o la leche evaporada y sazonamos.
  5. Sacamos las tartaletas y repartimos el relleno entre las cuatro. Hacemos lo mismo con el huevo batido, y encima de este diponemos las lonchas de berenjena cortadas por la mitad y haciendo la forma de una flor. Espolvoreamos con orégano y horneamos hasta que el hojaldre esté dorado y el huevo del relleno cuajado.

Para ver cómo el resto de l@s bandid@s de este clan asaltamos el blog de Raúl, pincha aquí. ¿Serás tú el próximo asaltado?



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INSALATA CAMPO DI FIORI

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Insalata campo di fiori__


A principios del mes de junio, la dulce Rosilet, que gestiona el blog Sugg-r and some salt,  nos invitaba a participar en una campaña: la de tomar ensaladas en búsqueda de una comida sana y variada, y también fresca, colorida, y de fácil preparación como son las ensaladas.

De igual manera que con los fríos del invierno nos apetecen platos calentitos de cuchara (¡Por Dios, qué sofocos me entran ahora con tan solo mencionarlo!), cuando llegan los calores estivales, lo que más no apetece comer son helados y ensaladas. De fácil elaboración, y de fácil digestión. Con colores variados y atractivos que nos inviten a sentarnos a la mesa y participar de ellas.

Si tú también quieres unirte a esta campaña, visita el blog de Rosilet y ve pensando en esa rica ensalada a la que invitarnos, aunque solo sea a la vista, que de degustarla, nos encargamos nosotros :))




Ingredientes (Para 4 personas)
  • 60 gr de rúcula (media bolsa)
  • 1 pimiento rojo pequeño
  • 1 pimiento amarillo pequeño
  • 1/2 cebolla morada
  • 2 cdas de aceitunas negras sin hueso
  • 1 bola de mozzarella fresca
  • 4 mitades de tomates secos en aceite
  • Para aliñar
Elaboración
  1. El primer paso consiste en asar los pimientos, con lo cual es conveniente tenerlos listos de víspera. Para ello colocamos los pimientos en una fuente para el horno, los barnizamos con aceite de oliva y los horneamos durante una hora a 180ºC, dándoles la vuelta cada veinte minutos aproximadamente. Dejarlos templar, pelarlos, cortarlos en tiras finas y reservar. Si queréis, podéis asar varios pimientos más, y una vez asados, pelados y cortados, podemos guardarlos en bolsas y congelarlos. Congelan muy bien.
  2. En una ensaladera ponemos la rúcula y repartimos por encima los pimientos asados en tiras finas, la media cebolla cortada en juliana, las aceitunas negras, la bola de mozzarella cortada en daditos, las mitades de tomates secos cortadas en juliana, y aliñamos a nuestro gusto con los ingredientes del aliño.
¡Y a disfrutar con una sabor a campo italiano!


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CHIPIRONES RELLENOS Y MANZANAS DORADAS {RETO TÍA ALIA}

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Hoy, en la tatantas edición del reto de Recetas de tía Alia, vengo con la cesta cargadita, y bien, porque a falta de una receta, como viene siendo habitual, hoy os traigo dos. ¡Toma ya! ¿Es que he tenido más tiempo? No precisamente. Me gustaban las dos recetas, y al igual que en otras ocasiones, cocino las dos, unas veces a tiempo, y otras fuera de él. Pero esta vez he hecho mis deberes dentro de la fecha programada y vengo a enseñároslos para que disfrutéis de ellas.

La edición del mes de junio es un hola y un hasta luego, porque el reto cierra por vacaciones y nos despedimos hasta septiembre. Así que podemos hacer las maletas sin tener que estar pensando en jícaras, quintales o arrobas :)

No quiero enrollarme mucho más, porque la entrada promete ser larga, así que vamos a lo que vamos y empecemos por la receta salada:

Chipirones rellenos

Aunque la receta de tía Alia nos decía bien clarito que lo que era para rellenar eran calamares, desde mi primera lectura de la receta, lo que yo visualicé fueron chipirones, chipirones pequeñitos, tiernos, y a mi parecer de carne más fina que la del calamar. Y todo fue llegar a la pescadería y ver calamares de unos 30 centímetros para reafirmarme en aquella primera visualización que venía a hacerme de nuevo tic-toc en mis neuronas.

¡Cuánto disfrutamos en la mesa con esta receta! La llevé un tanto recelosa pensando en mi hija y su escaso interés por los chipirones, y era de ella de quien esperaba ansiosa su veredicto. Al final, se comió casi cinco chipirones. Sobra hacer comentarios sobre el tema, ¿no os parece?

Esta receta supuso todo un reto para mi, porque nunca antes había cocinado chipirones, y con todo el trabajo previo que implica, y dado el éxito que tuvieron os puedo decir que ese reto está más que superado.


Chipirones rellenos_corte

Ingredientes (Para 3 personas)
  • 15 chipirones pequeños
  • 4 huevos cocidos
  • 6 pimientos del piquillo
  • 3 cdas de jamón serrano muy picadito
  • 1/2 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 bote de tomate natural triturado (200 gramos)
  • Un chorro de vino blanco
  • Tinta de calamar
  • Harina
  • Aceite de oliva
Chipirones rellenos_collage


Elaboración

  1. Comenzamos limpiando los chipirones:
    1. Para empezar, separamos la cabeza del cuerpo. Al tirar de ella, saldrán los intestinos del chipirón, que desecharemos. De la cabeza desechamos los ojos y nos quedamos simplemente con los tentáculos. Entre medias de los tentáculos se encuentra la boca, una especie de botón, que también desecharemos. Reservamos los tentáculos.
    2. Del cuerpo retiramos la pluma, que es el esqueleto del chipirón, de forma alargada y transparente.
    3. Lavamos los cuerpos de los chipirones bajo el chorro del agua fría frotando los dedos contra la carne exterior para retirarles una telilla muy fina que les recubre. Como los cuerpos de los chipirones son muy pequeños, es difícil dar la vuelta a los cuerpos para poder lavarlos a conciencia, por lo cual, los rellenamos de agua varias veces e introduciendo el dedo índice nos aseguramos de que el interior queda totalmente limpio y sin resto de intestinos.
    4. Lavamos los tentáculos, quitándoles en la medida de lo posible la telilla que los recubre.
    5. Con un cuchillo cortamos las aletas, las picamos muy finamente y las salteamos a fuego vivo con unas gotas de aceite.
    6. Recortamos los bordes de los chipirones por los que los rellenaremos, para que queden rectos, ya que esta parte se queda fea, pues quedan restos de la telilla que los recubre y que es difícil de retirar.
    7. Reservamos cuerpos y tentáculos en un colador para que escurran.
  2. Preparamos el relleno:
    1. Picamos los huevos, que habremos cocido previamente, en trocitos muy pequeños.
    2. Picamos muy finamente los pimientos del piquillo.
    3. Mezclamos los huevos con los pimientos del piquillo y los trocitos de aleta salteados e incorporamos los taquitos de jamón. Reservamos la mezcla.
  3. Rellenamos los chipirones con la mezcla y en la misma abertura del chipirón ponemos un tentáculo. Para cerrar los chipirones, pinchamos dos palillos, uno cruzado con el otro, aunque con el calor, la carne se encogerá y se cerrará por sí sola, pero nos aseguramos de que no se salga el relleno.
  4. Freímos los chipirones: Ponemos a calentar dos cucharadas de aceite, pasamos por harina los chipirones y los freímos a fuego vivo. Los doramos durante un minuto y poco más, porque es fácil que comiencen a saltar por efecto del calor. Reservamos.
  5. Vamos a por la salsa: En una cazuela ponemos dos cucharadas de aceite a calentar y en ella pochamos el diente de ajo laminado y la cebolla cortada en brunoise, sazonamos y removemos con frecuencia. Al cabo de tres minutos, añadimos un chorro de vino blanco, subimos el fuego para que evapore el alcohol y a continuación vertemos el tomate natural triturado. Sazonamos con sal y una pizca de azúcar, y añadimos un poquito de tinta de calamar, como del tamaño de un garbanzo. Removemos para repartir bien la tinta y seguidamente colocamos con cuidado los chipirones. Tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego muy suave durante unos 20 minutos.
  6. Servimos entre cuatro y cinco chipirones por comensal, acompañándolos de unos pimientos del piquillo que pasé previamente por una sartén, sazonándolos con una pizquita de azúcar.
Notas
  • Si os dais cuenta, en ningún momento sazoné con sal los ingredientes, a excepción de la salsa, y esto se debe a que los chipirones tienen un marcado toque salado.
  • Es una receta laboriosa, pero sabrosísima, especialmente la salsa, de la que guardé el sobrante para acompañar un arroz blanco.
.   .   .   .   .   .   .   .

Manzanas doradas 



Manzanas doradas al almíbar de anís

Este postre, de haber rematado el día de los chipirones, habría hecho que mis comensales le hicieran la ola a la tía Alia :))  Es todo un clásico al que tenía ganas, y del que podéis encontrar infinidad de recetas  en la red bajo en nombre de Buñuelos de manzana. Y sinceramente: como que me gusta bastante más el nombre que le dio tía Alia, porque el concepto, en forma, que tengo, y creo que tenemos todos de los buñuelos, no es precisamente el de unos discos de manzana. Pero yo me guié por la receta de la tía Alia, aunque con alguna modificación a base de licor de anís ... ¡Ay, ese toque de anís! Os cuento ...

Ingredientes (Para 3 personas)
  • 2 manzanas
  • 1 y 1/2 vaso de licor de anís
  • Media rama de canela
  • Harina de tempura
  • Agua muy fría
  • 3 cdtas de azúcar moreno
  • Aceite de girasol o de oliva suave
  • Canela en polvo y azúcar glas para decorar
  • Unas ramitas de menta o de hierbabuena para decorar
Manzanas doradas_corte 

  Elaboración
  1. El día de antes, ponemos el licor de anís en un cazo y lo llevamos a ebullición. Lo mantenemos cociendo a fuego medio durante unos tres minutos para que evapore el alcohol. Retiramos a un recipiente y dejamos enfriar por completo. Este paso es opcional, pero habiendo una peque en casa, lo vi necesario.
  2. A la mañana, pelamos las manzanas, las cortamos en discos de un centímetro de grosor y las descorazonamos. Las ponemos en un vaso del mismo diámetro que las manzanas (puede que necesitemos dos vasos) y cubrimos con el licor de anís ya frío. Para que los discos no suban a flote, y queden sumergidos en el licor, tapé los vasos con papel film y sobre ellos puse unos tarros de cristal como contrapeso, una idea que compartió con algunas de nosotras Paula. Dejamos reposar un par de horas.
  3. Transcurrido este tiempo, sacamos las manzanas y las dejamos escurrir en un colador. No desechamos el anís, sino que lo vertemos en un cazo, con media rama de canela y lo ponemos a cocer a fuego fuerte hasta que reduzca unas tres cuartas partes. Ha de quedar una textura espesa, como la de un almíbar. Colamos y reservamos.
  4. Ahora preparamos la masa en la que rebozaremos nuestras manzanas. En un recipiente ponemos 6 cucharadas rasas de harina y 4 de agua muy fría. Mezclamos bien con unas varillas manuales. La textura que ha de quedar ha de ser espesa, similar a la de una papilla de bebés. Eculcoramos con el azúcar moreno y removemos bien. Añadimos agua si fuera preciso. 
  5. En una sartén ponemos a calentar el aceite para freír las manzanas. En mi caso, tenía la suerte de conservar el aceite en el que tiempo atrás freí las rosquillas de aguardiente, y este aportaría cierto sabor a la fritura. Sumergimos las manzanas en la masa, las introducimos en el aceite por tandas y las freímos a fuego fuerte (en mi caso en la potencia 7 de 9), dándoles la vuelta al cabo de dos minutos, pero controlando constantemente. Retiramos a un plato con papel absorbente.
  6. Para servir, ponemos dos o tres manzanas doradas en el plato de cada comensal, espolvoreamos de azúcar glas y de canela, y vertemos un hilito del almíbar de anís por encima. Decoramos con unas hojitas de menta, y a disfrutar.
No olvidéis visitar Recetas de tía Alia para ver las propuestas de los participantes en el reto del mes de junio. 


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Helado de queso de los Ibores con chutney de cerezas del Jerte

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Helado Ibores_Chutney cerezas_1 

 Helado de queso de los Ibores con chutney de cerezas del Jerte ...

o ... las jugadas de un as del destino.

Muy posiblemente esta entrada no estaría viendo la luz de no ser por el Consejo Regulador de Denominación de Origen de Cerezas del Jerte. Parece que siempre es más fácil escudarnos en otros para cargarles con la responsabilidad de cosas que hacemos o que dejamos de hacer. Pero en este caso tengo que señalarles con el dedo (aunque es de mala educación hacerlo) y hacerles un guiño, porque si no hubiera sido por la caja de dos kilos de cerezas del Jerte que plantaron delante de la puerta de Carmen, no hubiera podido tener lugar un encuentro entre dos amigas que estaban deseosas de compartir fogones, aparte de buena conversación para la que siempre estamos buscando excusas.

De un día para otro nuestras neuronas comenzaron a moverse en modo espídico para maquinar qué hacer con esos bellezones gordotes y dulzones de color ... cereza. Ideas no faltaban y nos pusimos al tema casi inmediatamente después de poner un pie en su casa. De aquella tarde salió un bello brazo gitano relleno de trufa y de cerezas, y un chutney de cerezas que tenía marcado otro destino, pero por falta de tiempo no pudo ver la luz. De regalo, y de recuerdo, a mi casa vinieron un tarro de chutney de cerezas del Jerte y un trozo de queso de Ibores, originario de la misma tierra que ve florecer los cerezos de tan renombrado valle: Extremadura. No podía menos que rendir homenaje a una tierra que nos regaló una tarde de gran disfrute tanto por la compañía como por el producto que trabajamos durante aquellas cinco horas, que se dice pronto.

Del queso, nació un helado. De las cerezas, nació un chutney. Del queso tengo que destacar que a pesar de ser dulce, prima el toque curado que caracteriza al queso de los Ibores. Me encanta ese regusto que queda en el paladar, un regusto que vengo buscando desde hace tiempo en una tarta de queso. Y del chutney tengo que destacar la mezcla de sabores que conviven junto con las cerezas: especias y vinagre. Y los dos juntos, helado de queso y chutney de cerezas son una combinación que es difícil de explicar de otro modo que no sea con una cuchara en mano. Pero que no quede lugar a la duda de que está ... ¡riquísimo!

Helado Ibores_collage final

Vamos a la receta:

Helado de queso de los Ibores

Ingredientes (Para medio kilo de helado)
  • 125 gramos de queso de los Ibores
  • 75 gramos de azúcar blanquilla
  • 250 gramos de yogur griego
  • 250 gramos de queso Philadelphia
Elaboración
  1. Rallamos el queso con un rallador fino, lo añadimos al azúcar y mezclamos. 
  2. Incorporamos los yogures y el queso crema y batimos muy bien hasta que los ingredientes estén bien incorporados.
  3. Vertemos en un recipiente que no sea de cristal, para poder introducirlo en el congelador. Al cabo de media hora, sacamos el helado y lo removemos con un tenedor. Repetimos la misma operación al cabo de una hora, y luego de dos. Esto lo hacemos para romper los cristales que se puedan formar durante el proceso de congelación.
  4. Para consumirlo, y poder hacer bolas de el helado, lo sacamos quince minutos antes, aunque con temperaturas de 40º te puedes encontrar una sopa cuando vayas a servirlo. Tenlo en cuenta ;)
Chutney cerezas 

Chutney de cerezas

Ingredientes
  • 550 gramos de cerezas lavadas y deshuesadas
  • 1/2 cebolla grande picada finamente
  • 1 vaso de los de agua de vinagre blanco, y medio vaso de vinagre balsámico
  • 225 gramos de azúcar blanquilla
  • 125 gramos de uvas pasas
  • 1/2 cdta de canela en polvo
  • 1/4 de cdta nuez moscada y jenjibre molido (en total)
  • 3 clavos de olor
  • 15 granos de pimienta negra
  • 6 granos de pimienta rosa
  • Sal
  • Aceite de oliva suave
Elaboración
  1. En una cazuela ponemos a calentar un par de cucharadas de aceite de oliva y pochamos en ella la cebolla picada. Sazonamos con sal y dejamos pochar a fuego suave durante cinco minutos, removiendo con frecuencia.
  2. Añadimos el resto de los ingredientes y dejamos cocer a fuego medio suave durante 40 minutos y  con la cazuela tapada. Removemos de vez en cuando. Transcurrido ese tiempo, destapamos y dejamos cocer durante 20 minutos más. Como el jugo irá mermando, es importante no perderlo de vista y remover con frecuencia. Comprobamos la textura del chutney, que ha de quedar espeso, como una mermelada, y de no haber conseguido esa textura, podemos subir un poquito la potencia del fuego y dejarlo reducir hasta lograr la textura deseada, teniendo en cuenta, que una vez frío, espesará aún más.
Helado Ibores_Chutney cerezas_2 
  
Notas
  • El chutney es como una mermelada aromatizada en la que intervienen diversos tipos de ingredientes como frutas, verduras, hierbas aromáticas, especias ... Y es ideal para acompañar carnes, especialmente pollo y cerdo.

Receta del chutney modificada de la encontrada aquí


Y con esta receta participo en el concurso organizado por Cocinando Sabores y Cerezas del Jerte, por el que se pueden conseguir sabrosos premios. Pero si queréis tener más información, pinchad en la imagen de debajo. 







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MOUSSAKA

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Mousakka 

 Muchas ganas eran pocas las que tenía desde hace mucho tiempo de hacer esta receta. ¡Ains, qué lío!

Probé esta receta allá por aquellos años en los que disfrutaba saliendo con las amigas, divirtiéndome y teniendo pocas más responsabilidades que estudiar y sacar buenas notas, y de esto último me encargué bien de que así fuera. No es que haya sido brillante en los estudios, pero siempre he sido muy perseverante y realmente hasta que no me he metido en el mundo de las oposiciones no me he dado batacazos por resultados académicos. La situación personal no es la misma, claro, muchas más responsabilidades, y oye, para qué negarlo: que una no rinde intelectualmente igual con veinte años que con cuarenta. ¡Oops! ¡Lo dije! Vaya ... ;)

En una de las comilonas de aquellos tiempos, mis amigas y yo decidimos ir a un restaurante griego muy céntrico en la capital, y la mousaka fue el plato que yo elegí. No recuerdo qué cayó de postre, ni qué comieron las demás, pero sin embargo sí que me acuerdo de que este plato me encantó. ¿Cómo puede ser que una recuerde cosas de una pasado muy pasado y que a veces no recuerde otras más cercanas? Será que como tenemos la memoria y la atención en taaaaantas otras historias...

He indagado sobre la mousaka, ¡cómo no! Sería raro en mi. Pero he indagado para encontrar la genuina mousaka. Y he encontrado que hay quien solo la elabora con berenjena y carne picada, cualquiera. Pero yo buscaba la que yo había comido entonces: con patata, berenjena y carne picada de cordero. Ya sé que este tipo de carne puede tener algún que otro detractor, pero la genuina, la lleva. Pero tú puedes cambiarla, si te apetece, por carne picada de ternera, o mezcla: ternera y cerdo.

¿Quieres saber cómo hacerla? Muy fácil, aunque no está hecha para unas prisas.

Ingredientes (Para 4 personas)
  • Una berenjena grande, de unos 400 gramos
  • 400 g de patata
  • 400 g de carne de cordero picada
  • 1/2 cebolla mediana
  • 3 tomates maduros
  • 1/2 cdta de canela en polvo
  • Sal
  • Pimienta
  • Orégano seco
  • Aceite de oliva
  • 2-3 cdas de pan rallado
  • 2 cdas de queso rallado
  • Bechamel
Elaboración
  1. Empezamos cortando la berenjena en lonchas longitudinales de medio centímetro de grosor, la salamos y la ponemos en un colador para que suelte su amargor durante una hora. Secamos y la planchamos sobre una cucharada de aceite a fuego medio, sin dejar que se dore. La berenjena absorbe aceite como una esponja, así que procurad no poner mucha en la sartén. Reservamos la berenjena.
  2. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de entre medio y un centímetro de grosor. Las colocamos en una fuente apta para microondas, las salamos y mojamos con unas gotas de agua, tapamos con film transparente, pinchándolo, y cocinamos en el microondas a potencia máxima durante cinco minutos. Transcurrido este tiempo comprobamos que están cocidas, y si no fuera así las ponemos un poquito más. Reservamos
  3. Rallamos los tomates y los ponemos en un cazo a fuego fuerte, con un pelín de sal, para que se consuma su jugo. Cuando veamos que está casi consumido, lo apartamos del fuego y lo reservamos.
  4. En la misma sartén en la que planchamos la berenjena pochamos en una cucharada de aceite la media cebolla picada en brunoise. Sazonamos con sal al gusto y removemos con frecuencia. Cuando comience a dorarse añadimos la carne y mezclamos bien, removiendo de vez en cuando. Cocinamos hasta que se hayan consumido sus jugos, y entonces incorporamos la salsa de tomate. Sazonamos con sal, pimienta, orégano y la media cucharadita de canela y de nuevo dejamos cocer unos cinco minutos. Fuera del fuego añadimos entre una y dos cucharadas de pan rallado y lo mismo de queso rallado.
  5. Sobre una fuente de horno engrasada espolvoreamos un poco de pan rallado. Disponemos todas las lonchas de patata, encima de esta la mitad de la berenjena, y sobre esta la mitad de la carne. Proseguimos con otra capa de berenjenas y el resto de la carne. Presionamos con el anverso de una cuchara.
  6. Hacemos la bechamel y la vertemos sobre la carne, extendiéndola bien por toda su superficie. Espolvoreamos con queso rallado y gratinamos a 200ºC hasta que la superficie esté dorada. 
¡Y a disfrutar!

Receta adaptada de aquí



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SALSA BECHAMEL {BÁSICA}

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Bechamel

Creo que de todas las recetas habidas y por haber, esa que más quebraderos de cabeza nos da es la bechamel. Hay para quien hacer unas croquetas tiene lo suyo, al igual que conseguir el punto justo del arroz de una paella también lo tiene. Yo recuerdo que después de intentar durante tiempo y tiempo el conseguir que el arroz estuviera en su justo punto, mi marido confesó que la paella ... no era santo de su devoción. ¡Vaya! Así que es de las recetas que nunca hago en casa, y si comemos en un restaurante siempre prefiero probar platos que nunca he probado o que no haría en casa.

Puede que lo más temido por todo cocinillas son los dichosos grumos que se forman al añadir la harina a la grasa. Partiendo de mi experiencia, el secreto está en no cocinarla a fuego muy fuerte, porque de esta manera vamos deshaciendo la harina lentamente. Hay quien también tamiza la harina. Es una opción más a tener en cuenta ...

Con la bechamel me pasa como con las croquetas: que me cuesta dar cantidades de peso exactas, ya que el ojo me funciona muy bien con estas dos recetas. A veces la perfección existe ;)

Pero me he esforzado, y me puse seria y firme a hacer los deberes como corresponde para presentaros una bechamel con sus cantidades como Dios manda. Báscula, bolígrafo y agenda, y a copiar.


Vamos a la recetuqui:

Ingredientes 
  • 50 gr de mantequilla
  • 50 gr de harina
  • 500 ml de leche entera
  • sal
  • nuez moscada
  • pimienta
Elaboración
  1. En un cazo ponemos la mantequilla a derretir a fuego medio, retiramos del fuego y añadimos la harina, removemos y devolvemos el cazo al fuego, donde tostaremos la harina para que la salsa no nos sepa a harina cruda.
  2. Añadimos la leche poco a poco y removemos sin parar, o de lo contrario, se nos pegará a la base. Cocemos a fuego bajo medio durante unos 10 minutos, o hasta adquirir el espesor que se adapte a nuestros gustos.
  3. Aderezamos con sal, nuez moscada y pimienta.

Notas
  • Si durante la elaboración te salieran grumos, puedes pasar la batidora sin temor para deshacerlos.
  • Si te ha quedado muy espesa, puedes añadir un poco de leche más, y si al contrario te ha quedado muy líquida, tendrás que seguir cociéndola hasta conseguir el punto de espesor que te guste.



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RAVIOLINI RELLENO DE TOMATE SECO, ACEITUNAS Y MOZARELLA { #DÍADELAPASTAFRESCARELLENA }

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Raviolinis 

La entrada de hoy viene completita. Ya sabéis que poco puedo presumir de ser escueta, bien para algunos, mal para otros, y me temo que hoy voy a seguir en la misma onda.

Nos estamos aficionando a organizar un #díade, y la culpa, si es que se le puede llamar así, la tiene el programa Masterchef. Los martes, un grupo de bloggers entre quienes están Carmen, BeatriZMJ, Patricia, Paula, Beatriz, Raquel y la menda, nos sentamos frente al televisor, con el portátil cómodamente reposando sobre nuestras piernas, nos afilamos las uñas, nos remangamos y nos preparamos para sacarle punta al programa desde Twitter. Del de la edición del pasado 7 de mayo salió este día que celebramos hoy: #díadelapastarellenafresca, sugerido por la todoterreno MJ. ¿Y a qué se le debe un día de celebración? Ese día, la prueba de eliminación de concursantes consistía en preparar una receta de pasta fresca rellena.

Y un #díade twittero se merece un logo como Dios manda, y de nuevo fue Carmen la que sacó de sí todo ese ingenio que le caracteriza y creó este chulísimo logo:




El que hoy, 12 de junio, se haya elegido este día como el #diadelapastafrescarellena es muy especial. Por un lado porque he conseguido quitarme una espinita que tenía clavada desde hace mucho tiempo y que estaba deseando arrancarme de una vez: hacer pasta fresca. Por otro lado porque en este día, y matando dos pájaros de un tiro, celebro ese reto especial de pasta que compartimos cada mes Carmen y yo. Y por último porque con esta receta que presento, modificada en parte de una encontrada en el gran libro La Cuchara de Plata, un libro que fue el premio conseguido tras un concurso que la propia @Clara_MChef organizó en su blog y con el que yo fui tan gratamente galardonada.

Mi versión de pasta fresca rellena consiste en unos raviolini rellenos de tomates secos en aceite, aceitunas negras y mozzarella, y acompañados muy ligeremente por salsa de tomate y aceite de orégano de la maceración de los propios tomates. ¡Impresionante en sabor! Todo un lujo de plato en el que ninguno de los sabores se camufla ni con cremas ni salsas.

Raviolinis_1 

¿Quieres saber cómo he celebrado este #díadelapastafrescarellena?

Ingredientes (Para 4 personas, o entre 45 y 50 raviolini)

Para la pasta fresca
  • 200 gramos de harina de trigo 
  • 2 huevos
  • Una pizquita de sal
Para el relleno
  • 200 gramos de tomates secos conservados en aceite 
  • 75 gramos de aceitunas negras sin hueso
  • 1 bola de mozarella fresca (125 gramos)
Para acompañar
  • Salsa de tomate
  • El aceite en el que se han conservado los tomates
  • Orégano
Elaboración

De la pasta fresca
  1. En una superficie lisa y limpia formamos un volcán con la harina y una pizca de sal. Cascamos los huevos en su interior, los batimos suavemente con un tenedor hasta que las yemas y las claras se hayan unido. 
  2. Con un tenedor vamos incorporando gradualmente la harina a los huevos. No conviene romper la pared exterior del volcán para impedir que el huevo se escape.
  3. Terminamos añadiendo el resto de la harina, rápidamente y comenzamos a amasar. Para ello usamos la base de la palma de la mano para empujar la masa hacia abajo y alejarla ligeramente. Rotamos la masa un cuarto de giro y repetimos la misma técnica. Y seguimos hasta que nos quede una masa homogénea, uniforme y muy suave. La masa debe quedar húmeda pero no pegajosa. Envolvemos la masa en film transparente y dejamos reposar media hora. Tras este paso es conveniente limpiarse las manos a conciencia para eliminar cualquier resto de huevo que haya podido quedar entre los dedos y las uñas.
  4. Transcurrido el tiempo de reposo, procedemos a estirar la masa. Si no disponemos de máquina para pasta, nos valdremos de un rodillo y la estiraremos hasta conseguir un grosor de unos dos milímetros. Si por el contrario disponemos de máquina para pasta, instalaremos los rodillos que utilizaríamos para hacer placas de lasaña y la graduamos en la posición 5. 
  5. Cortamos la bola de masa reservada en varias porciones y pasamos cada una de ellas por el rodillo al menos tres veces para conseguir que la masa quede totalmente lisa. Según vamos alisándolas, las colocamos sobre una superficie lisa y enharinada y espolvoreamos harina sobre ellas. Seguimos los mismos pasos hasta terminar con toda la masa.
  6. Para hacer los raviolini necesitamos un cortapastas ondulado de cinco centímetros de diámetro.  (puede ser mayor). Cortamos discos en toda la masa y los sobrantes los amasamos de nuevo y los pasamos por la máquina de igual forma que hemos hecho antes. Si notamos que la masa se va secando, añadimos unas gotas de agua para que recupere su elasticidad y amasamos.

Collage_raviolinis
Del relleno
  1. Trituramos uno a todo todos los ingredientes para el relleno con un robot de cocina. En el caso de tener thermomix 31, trituramos los tomates en velocidad 3 1/2 durante 10 segundos; retiramos y reservamos. Las aceitunas van en velocidad 4 durante 5 segundos. Retiramos y reservamos.Y por último la mozarella en velocidad 3 1/2 durante 4 segundos. Mezclamos todos los ingredientes. Es importante que queden muy picaditos.
  2. Para rellenar los raviolini cogemos cada disco y ponemos en el medio una pequeña cantidad del relleno. Cerramos los discos, presionando con las yemas de los dedos para asegurarnos de que quedan bien cerrados y con suavidad empujamos las dos esquinas para que formen una media luna.
Cocción
  1. Ponemos agua con abundante cantidad de sal a calentar en el fuego y cuando rompa a hervir añadimos los raviolini. Una vez rompa de nuevo el hervor, bajamos un poco el fuego y esperamos a que suban a la superficie del agua. A partir de aquí contamos unos quince minutos para retirarlos.
Raviolinis_corte 

  Montaje
  1. Pincelamos la base de un plato con salsa de tomate.
  2. Sobre ella colocamos una ración de raviolini.
  3. Aderezamos con el aceite resultante de la conservación de los tomates secos.
  4. Espolvoreamos con orégano.

Para elaborar y trabajar la pasta fresca seguí los consejos encontrados en el libro La pasta clásica, de Giuliano Hazan; para el relleno de la pasta me basé la receta del mismo nombre que se encuentra en La Cuchara de Plata, de la editorial Phaidon; la salsa de acompañamiento es de invención propia.


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Tartaletas de crema de almendras y frutos rojos

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Tartaletas crema almendra_1 

¡Cuántas veces se os habrá planteado la ocasión de ser invitados a comer o cenar a casa de amigos o familiares y pensar con qué sorprenderles! Seguro que unas cuantas, y estando metidos en este mundillo gastronómico hace que empecemos a maquinar con qué sorprenderles basta que se nos brinda la ocasión.

Grandes tartas de tres o más pisos que alternan capas de bizcocho y de crema que hacen salir los ojos de las órbitas y que abren a un tiempo la boca de forma descomunal ante el asombro. Nos encanta ver esas caras de sorpresa, no me digáis que no. Y no puedo decir que yo no sea una de esas. Pero hay recetas muy sencillas que no tienen porqué quitarnos apenas tiempo en la cocina y que aunque no provoquen gestos involuntarios de asombro esconden un deseado ummmmmmm que al fin y al cabo es lo que más estamos deseando escuchar. 

Estas tartaletas resultan muy prácticas. Por un lado porque son muy fáciles de transportar si es que las tomáis como idea para llevar fuera de casa; y por otro por cuestión de tamaño, tanto porque rematan muy bien una comida o una cena copiosa, como porque son muy cómodas a la hora de tomar ya que no precisan de plato. Basta una mano para una tartaleta y otra mano para sujetar una servilleta.

En poco más de media hora podréis disfrutar de  estas tartaletas rellenas de crema de almendra y con frutos rojos. Yo conté con frambuesas, puesto que están de temporada y aparte de estar en lo mejor de su sabor, el precio de una tarrina es bastante más asequible. Pero sin duda, sed libres de usar moras, arándanos e incluso fresas troceadas.

Y esta receta viene acompañada de una dedicatoria: va por las chicas del día de la Empanada 2.0. ¡Por vosotras y para vosotras! ... aunque con el disfrute visual de todo aquel que se asome a este escaparate :)

Tartaletas crema almendras_2 

Ingredientes (Para 18 tartaletas)
  • 2 láminas de masa brisa refrigerada (sobrará)
  • 1 cda de harina de trigo de todo uso
  • 100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 100 gr de azúcar blanquilla
  • 1 huevo tamaño L
  • 100 gr de almendras molidas
  • 1 tarrina de cualquier variedad de frutos rojos (frambuesas, moras, arándanos ...)
  • Almendra en láminas
Elaboración
  1. Precalentamos el horno a 190ºC.
  2. Extendemos la lámina de masa brisa y hacer doce círculos con un cortapastas de entre 8 y 9 centímetros de diámetro, y los disponemos en las cavidades de un molde metálico para magdalenas. Refrigeramos mientras preparamos el relleno.
  3. En un recipiente mezclamos la mantequilla, el azúcar y el huevo. Añadimos la almendra molida y la harina de trigo y mezclamos de nuevo. Repartimos el relleno entre las tartaletas, aproximadamente una cucharadita y media por tartaleta.
  4. Ponemos dos o tres piezas de frutos rojos, dependiendo de la que hayamos elegido y espolvoreamos la almendra laminada por encima.
  5. Horneamos a baja altura, con calor superior e inferior hasta que las tartaletas y el relleno comiencen a dorarse.
Notas
  • Aunque estas tartaletas se pueden tomar en frío, ganan mucho más en templado.

Fuente: Revista BBC Good Food, septiembre 2012

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FISHCAKES {PASTELES DE PESCADO }

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Fishcakes_1 

Hello everybody! How are you doing?

De lo más British vengo hoy. Es decir: de lo más británica. Estaba yo echando una rápida ojeada a la última revista de thermomix que me había llegado al buzón cuando mis dedos inquietos se pararon en unas tortitas cuyo corte me encantó nada más verlo. Miro a la página derecha y ante mi sorpresa leo que se trata de una receta británica. Sigo leyendo y en el título mismo puedo averiguar que estas tortitas están hecha con bacalao. ¡Ya la hemos liado! ¡Las tengo que hacer! No tardé más que un día ponerme a la faena.

Siempre tengo en casa un paquete de migas de bacalao que me vienen genial para hacer una tortilla,  un ajoarriero, unos buñuelos, un bacalhau dorado, una brandada. ¡Se nota que no nos gusta el bacalao! ;)  Siempre son mucho más rápidas de desalar que si se tratara de lomos.

Las fishcakes, o tortitas de pescado, es uno de los productos más típicos en cualquier local de fish & chips del condado de Yorkshire, situado al noreste de Inglaterra. Y dependiendo de la zona de este condado, en la que nos encontremos, se elaboran de forma diferente. Unos laminan patata y entre dos láminas ponen una mezcla hecha a base de restos de pescado como bacalao, merluza o abadejo, y posteriormente se reboza y se fríe; y otros cuecen la patata junto con el pescado, hacen una masa y de ella sacan tortitas como las que he hecho yo.

Los locales de fish & chips, conocidos como chippies, son de lo más típicamente británico en lo que a comida rápida se refiere. El primer lugar de comida que yo visité en mi primer viaje a sus tierras fue precisamente uno de estos. Todavía recuerdo aquel papel de estraza grasiento y la odisea de comer su contenido mientras caminaba por la acera. Hoy en día estos locales se han globalizado y se llega a vender comida china, pollo frito o hamburguesas, no hay local que no se precie de vender el tradicional fish & chips, una comida que se suele también acompañar de la misma guarnición con la que se acompañan estas tortitas de pescado: unos guisantes tiernos y blanditos (mushy peas), que se comen casi como un puré (a quien guste), y que os explico cómo hacer unas líneas más abajo.

Así que si hoy queréis viajar a tierras británicas, subid al tren. Off we go!


Fishcakes_2


Ingredientes
(Salen 10 fishcakes)
  • 500 gramos de patatas para cocer peladas y cortadas en trozos medianos
  • 500 gramos de agua
  • 400 gramos de migas de bacalao desaladas o de cualquier otro pescado blanco
  • Sal
  • Pimienta
  • Harina
  • Aceite de oliva virgen extra
Elaboración

El primer paso consiste en desalar el bacalao. Al tratarse de migas, nos basta con pasarlas por el chorro de agua fría un día antes para retirarle la sal. Las guardamos en agua que las cubra en un recipiente hermético y las refrigeramos. Cambiamos el agua cada ocho horas. Las escurrimos y las refrescamos justo antes de comenzar a cocinarlas. Es importante asegurarnos de que están libres de espinas y de restos de piel.

Con Thermomix 31
  1. Ponemos el agua en el vaso, las patatas en el cestillo e introducimos este en el vaso. Programamos 15 minutos, varoma, velocidad 2.
  2. Colocamos el bacalao en el recipiente varoma y este en su posición sobre el vaso. Programamos 10 minutos, varoma, velocidad 2.
  3. Retiramos el varoma, sacamos el cestillo con la ayuda de la muesca de la espátula, desechamos el agua del vaso.
  4. Vertemos las patatas y el bacalao en el vaso y trituramos durante 10 segundos en velocidad 4.
  5. Sacamos la mezcla a un recipiente y lo salpimentamos al gusto, con moderación por tratarse de bacalao desalado. Dejamos enfriar.
  6. Formamos diez medallones de unos 8 centímetros de diámetro, los pasamos por harina, sacudiendo el exceso y los freímos en un par de cucharadas de aceite hasta que se hayan dorado por los dos lados.
Método tradicional
  1. En un cazo ponemos agua a cocer con una pizca de sal, y cuando rompa a hervir, añadimos las patatas. Cocemos durante 25 minutos a partir de que el agua rompa a hervir de nuevo. 
  2. A mitad de la cocción añadimos el bacalao. Colamos y pasamos la mezcla a un vaso en el que poder triturar los ingredientes. Salpimentamos al gusto y dejamos enfriar.
  3. Formamos diez medallones de unos 8 centímetros de diámetro, los pasamos por harina, sacudiendo el exceso y los freímos en un par de cucharadas de aceite hasta que se hayan dorado por los dos lados.
Para los guisantes:

Ingredientes
  • 2 latas pequeñas de guisantes en conserva
  • Una nuez de mantequilla
  • Un puñado de hojas de menta o hierbabuena
  • Un chorro de zumo de limón
  • Sal y pimienta recién molida
Elaboración
  1. Colamos los guisantes y los pasamos por el chorro de agua fría.
  2. En una sartén ponemos a derretir la mantequilla y picamos las hojas de hierbabuena.
  3. Una vez que la mantequilla se ha derretido, añadimos los guisantes y la hierbabuena y dejamos cocer a fuego lento durante unos diez minutos.
  4. Transcurrido ese tiempo, añadimos el chorretón de zumo de limón y salpimentamos al gusto.
  5. Servimos como guarnición caliente.

Receta de los fishcakes adaptada de la encontrada en la revista Thermomix Magazine número 56. A mi criterio contenía demasiada cantidad de patata, así que rebajé la cantidad.
Receta de los guisantes obtenida de la web de Jamie Oliver.

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SOLDADITOS DE ESPÁRRAGOS CON BACON Y HUEVOS PASADOS POR AGUA

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Espárragos_1 

 Yo no sé si vosotros seguiréis cuáles son los productos de temporada, aunque de no ser así, es una tarea bien fácil. Cuando acostumbras a hacer la compra de producto fresco, especialmente fruta y verdura, un par de veces por semana, en cuanto ves producto nuevo en los estantes se dibuja una bombilla virtual sobre tu cabeza que te hace pensar que de estar ahí es porque le ha llegado su momento.

Los meses de mayo y de junio son meses de frutas como las cerezas, los albaricoques, los kiwis, los nísperos, las brevas. Me encanta llegar a la frutería y completar mi lista de la compra cogiendo un poquito de cada fruta de temporada, tan variada, tan colorida, tan sabrosa. También es la época de verduras como las alcachofas, la berenjena, el calabacín, las espinacas, las cebollas y de los espárragos, entre otras.

Espárragos_3 


Como soy mujer a la que poco le gusta complicarse a la hora de la cena, en cuanto vi esta receta, me lancé decidida a hacerla y os puedo prometer que es una delicia. Tanto de sencillo que tiene su elaboración, tanto, o más, tiene de disfrute. Y no es ya solo lo que lo disfruta el paladar, sino el acto de coger un espárrago y mojarlo en la yema cremosa de un huevo ligeramente pasado por agua. Si no hay a quien no le priven unos huevos fritos con patatas fritas, agarraos, que esta receta ha pisado fuerte en casa.


Espárragos_2 

  Ingredientes
  • 1 manojo de espárragos
  • Lonchas de bacon cortadas muy finamente
  • Huevos - según la cantidad que deseen los comensales
  • Sal en escamas
  • Pimienta recién molida
  • Aceite de oliva
Elaboración

De los espárragos
  1. Precalentamos el horno a 200ºC en el modo de gratinado.
  2. Cortamos los extremos de los espárragos, justo la parte más fibrosa. Los lavamos y secamos con un paño.
  3. Cortamos la corteza de las lonchas de bacon, si la tuviera, y le retiramos las posibles ternillas.
  4. Enrollamos una loncha de bacon en cada espárrago de modo ascendente. Disponemos los espárragos en una fuente apta para horno, dejando el final de la loncha de bacon apoyada sobre la base de la fuente para que no se abra. Ponemos un chorrito muy fino de aceite por encima.
  5. Sazonamos con pimienta de colores y horneamos a media altura durante 15 minutos o hasta que el bacon comience a tostarse.
  6. Sacamos la fuente del horno y sazonamos con escamas de sal. 
De los huevos pasados por agua
  1. Ponemos a calentar agua con una pizca de sal. La sal la utilizamos para evitar que el huevo se abra.
  2. Cuando el agua rompa a cocer, introducimos los huevos en el agua con cuidado. Nos podemos ayudar de una cuchara para llevar a cabo este paso.
  3. Si queremos que la yema quede en el medio, removemos los huevos con mucho cuidado. Bajamos la potencia del fuego, pero asegurándonos de que el agua sigue hirviendo. Cocemos durante 4 minutos y conseguiremos una yema cremosa y una clara de textura algo más hecha.
  4. A continuación sacamos los huevos del agua y dejamos templar un poquito. 
  5. Para abrirlos y comerlos, con la punta de un cuchillo, y con muchísimo cuidado, pinchamos el extremo más fino del huevo y abrimos una tapa, que será por donde comeremos el huevo.
  6. Servimos unos espárragos con uno o más huevos, a gusto del comensal, y mojamos los espárragos en el huevo para comerlos.
¡Delicioso!


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